
Especialistas del Instituto de Investigaciones Espaciales de Rusia, citados por la agencia TASS, estiman que el diámetro del meteorito era de entre 10 y 15 metros, mientras que su composición habría sido rocosa.
"Debido a que se quemó o explotó y no llegó a la superficie terrestre, está claro que su diámetro no era mayor de 10 o 15 metros, y no era un cuerpo ferroso, sino habría sido rocoso", señalaron los especialistas.
El acercamiento de este tipo de meteoritos a la Tierra es "muy difícil" de detectar, pero no suponen una amenaza para la humanidad. Representarían una amenaza si su composición fuera de hierro y sus dimensiones sobrepasaran los 15-20 metros, según los expertos.
FUENTE: Actualidad RT