
Majarenas cumple una condena de 13 años de cárcel en la prisión de Picassent (Valencia) por su pertenencia al comando Levante de ETA, que había planeado atentar contra militares y guardias civiles de Valencia, Murcia y de localidades de la Costa Brava y que fue desarticulado el 17 de enero de 2005.
El pasado 26 de enero Marajenas solicitó la progresión al tercer grado "a efectos de la libertad condicional" sobre la base del artículo 104.4 del reglamento penitenciario, que prevé esta clasificación "por motivos humanitarios" para enfermos muy graves con padecimientos incurables, según ha explicado a la agencia EFE la abogada de la reclusa, Onintza Ostolaza.
Majarenas mandó una carta abierta al diario 'Gara' en la que agradecía el apoyo recibido después de que su pareja apuñalase a su hija "con la única intención de dañarme a mí", según sus palabras. "Izar no entiende qué le hizo su propio padre, y no entiende tampoco por qué ha desaparecido de su vida de repente", explica Majarenas, cuya hija estuvo hospitalizada durante cinco semanas como consecuencia del ataque.
"Izar necesita a su amatxo más que nunca. Y hoy es el día que no nos puede volver a pasar lo mismo. Izar sale a la calle, y no puede volver a sentir que se separa de mí. Yo la necesito a ella, ella me necesita a mí. Si no, no habrá reparación posible. O por lo menos, costará mucho más", añade.
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