Se trata de una bebida con un aumento en ventas muy significativo. Lo demuestra el hecho de que marcas que no disponían de versiones 'sin' o '0,0' han empezado a comercializarlas desde hace apenas unos meses. Por ello, a pesar de llevar más de cuatro décadas en los estantes de nuestros supermercados, el reciente 'boom' explica también el creciente interés del consumidor por todo lo que gira en torno a este producto.
La normativa es clara. Se considera cerveza sin alcohol aquella "cuya graduación alcohólica sea menor al 1 por 100 en volumen". En definitiva, y aunque resulte paradójico, la cerveza sin alcohol lleva alcohol. Ocurre lo mismo con la 0,0, sobre la que existe un cierto vacío legal: "Según el Real Decreto 678/2016 no se contempla la 0,0 como un tipo de cerveza. Estaría catalogada dentro de la denominación “sin” y suponemos que debe contener como máximo un 0,04% de alcohol. En el momento que posea un 0,05%, debería etiquetarse como 0,1% por redondeo y no podría llevar esa denominación", nos aclara el tecnólogo de alimentos Mario Sánchez. ¿Se trata de proporciones que entrañan algún riesgo a tener en cuenta? ¿Por su particular elaboración, contienen estas cervezas más sustancias químicas que las convencionales? Recurrimos al experto para dar respuesta a unas cuestiones que no quedan a veces demasiado claras para el consumidor medio. (PULSE AQUÍ PARA VER MÁS)
FUENTE: Gonzalo de Diego Ramos - https://www.alimente.elconfidencial.com - (PULSE AQUÍ)