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Magistrado Oydén Ortega |
César Alvarado Taylor interpuso una denuncia en 2017 contra el magistrado Oydén Ortega Durán, pero la Comisión de Credenciales la archivó. Alvarado entonces acudió al Ministerio Público, donde su denuncia es investigada actualmente.
Alvarado narró que el abogado Oydén Ortega Collado –hijo del magistrado Ortega Durán– actuó como facilitador para la admisión de un recurso de casación ante la Sala Civil de la Corte Suprema, donde su padre es miembro y era ponente en su caso.
Según Alvarado, Ortega Collado aseguró que el magistrado Hernán De León –presidente interino de la Corte Suprema– pidió $15 mil por admitir el recurso, que el empresario entregó en efectivo a Ortega Collado.
El diario La Prensa habló con Ortega Collado, pero se negó a hacer cualquier comentario. “Eso está en un juzgado”, dijo.
También se le pidió el número de su padre o que le comunicara que La Prensa quería recibir su versión, pero dijo que él tampoco haría comentarios. De igual forma, La Prensa llamó a De León a su celular, pero lo tenía apagado, y no respondió el mensaje que se le dejó.
Vinculación a magistrados en venta de fallo
El pasado 26 de junio, la Comisión de Credenciales de la Asamblea Nacional archivó una denuncia interpuesta por el ciudadano César Alvarado Taylor –un chiricano que se dedicaba al negocio de la agricultura– en contra del magistrado Oydén Ortega Durán. Pero el asunto no terminó ahí. Dos meses después –el 24 de agosto de 2018– Alvarado interpuso una nueva denuncia en el Ministerio Público por corrupción.
Su denuncia no se diferenciaba de la que había presentado el 29 de marzo de 2017, y que la Asamblea Nacional archivó poco más de un año después. En ella, Alvarado contaba detalladamente cómo él había abonado dinero para comprar un fallo de casación de la Corte Suprema, en un pleito que se remonta a 2002, que mantenía con dos empresas vinculadas a la compra de ocho fincas de su propiedad.
Alvarado relató que había vendido las fincas, pero los compradores no pagaron su totalidad, razón por la que en 2009 interpuso una demanda que quedó radicada en el Juzgado Tercero Civil de Panamá. La contraparte aportó pruebas periciales del supuesto pago de las fincas, por un monto de $172 mil. El fallo fue en contra del demandante, ya que la jueza del caso alegó prescripción, y lo condenó a pagar $200 mil.
El empresario apeló ante el Tribunal Superior, que falló a su favor y ordenó a la contraparte cancelar lo adeudado, pues se pudo probar que el alegado pago de $172 mil de los demandados no se había recibido en el banco. Pero Alvarado no pretendía el pago de sus fincas, sino que estas fueran devueltas a su propiedad, de acuerdo con un contrato que había firmado con los compradores.
Ante el fallo, ambas partes decidieron interponer recursos de casación ante la Corte. Para entonces, corría el año 2012. Alvarado no recuerda quién se lo presentó, pero conoció al abogado Oydén Ortega Collado, hijo del magistrado Oydén Ortega. Y a partir de este momento, el proceso tomó otro rumbo.
‘Una injusticia’
En su relato, Alvarado narró que al principio Ortega hijo lo asesoró. Luego le solicitó copias del expediente para estudiarlo, a ver si habían cometido alguna injusticia con él. Y así concluyó, al cabo de unas semanas. De ello ambos hablaron en un gimnasio ubicado frente al parque Omar, llamado Briga. En uno de esos encuentros, el abogado le dijo que hablaría con su padre, el magistrado Oydén Ortega, y con el magistrado Hernán De León –a quien le decían Nanchy, contó– sobre la casación.
Alvarado –por correo electrónico– le envió a Ortega hijo copia del escrito de casación que había preparado su abogado. Por la misma vía, el documento le fue devuelto el 20 de diciembre de 2012, pero corregido. El empresario dijo que la corrección supuestamente la hizo “Claudia”, la asistente del magistrado Ortega. Su nombre completo es Claudia Purcait Sabolio.
Ortega hijo entonces le solicitó $5 mil por la corrección del escrito, pero Alvarado Taylor solo pudo adelantar $3 mil. No tenía dinero y pidió tiempo para completar el resto. Luego presentó el escrito de casación corregido.
El 27 de marzo de 2013 –siguió contando el empresario– Ortega hijo le dijo que el magistrado Harley Mitchell se había opuesto a la admisión de la casación, y le señaló que la asistente de su padre –Claudia Purcait– estaba preparando observaciones para pasar el expediente al magistrado Hernán De León, a fin de que “apoyara nuestras observaciones”.
El 8 de mayo de 2013, Ortega hijo le escribió. Le dijo que Claudia estaba preguntando por los $2 mil restantes de los $5 mil, por corregir la casación. El 12 de julio, Alvarado le depositó a Ortega hijo $500 en su cuenta 03-71-10-001140-9 del Banco General. Hecho eso, comenzó a preguntarle por una reunión que él –Ortega hijo– debía sostener con De León para admitir la casación.
El 30 de agosto de 2013, Ortega hijo recibió otros $500 en la misma cuenta y el 6 de noviembre del mismo año recibió otros $250. Así pues, el empresario le escribió a Ortega hijo informándole del nuevo depósito. El abogado le informó entonces que ya le habían pasado el expediente al magistrado Hernán De León.
$15 mil, la admisión
Pero un día después –el 8 de noviembre de 2013– Ortega hijo le tenía malas noticias a Alvarado. Le chateó que Nanchy le había informado que ese tema [el recurso de casación] está bien complejo y que le iba a costar [dinero]. Un día después, Ortega hijo le escribió y le pintó un panorama más desalentador: “Oydén hijo me dijo que Hernán De León quería $15 mil, solo por la admisión [del recurso], no por el fondo y, cuando al pagarle los $15 mil, lo pasaban”.
“El día 12 de noviembre de 2013, hice el cheque por la suma de $15 mil a mi nombre, el cual cambié en efectivo, y luego le llevé el dinero personalmente al gimnasio Briga, donde le entregué el dinero personalmente en un sobre amarillo, el cual estaba en una bolsa plástica y de ahí yo me retiré”, contó Alvarado.
Los meses transcurrieron y el proceso de admisión se detuvo. No había noticias, le respondía Ortega hijo cada vez que Alvarado le preguntaba. El 1 de abril de 2014 hubo noticias. Ortega hijo le envió la fotografía por chat del “borrador de una página”, en el que se rechazaba la admisión del recurso de casación de la contraparte y se admitía el que había presentado Alvarado. “Este documento mantenía el nombre del magistrado Oydén Ortega, pero no así su firma”, contó.
Para salir de dudas, pidió a su abogado notificarse, con lo que confirmó la admisión. Pero el proceso quedó nuevamente varado. El abogado de Alvarado pidió un impulso procesal el 10 de marzo de 2015. La fotografía de este documento se la envió a Ortega hijo, “para ver si me ayudaba en eso y me decía que estaba bien”. Los meses transcurrieron y los reclamos también, pero Ortega hijo siempre le daba “excusas”.
$250 mil por el fallo
El 2 de marzo de 2016, Ortega hijo recogió a Alvarado Taylor en un vehículo doble cabina rojo. Condujo hasta la Corte Suprema, donde también recogió a Claudia Purcait, la asistente de su padre. Ya en el carro, ella no era portadora de buenas nuevas. “El caso estaba difícil”, le dijo. Le pidió que le dijera cuáles eran las cláusulas de incumplimiento del contrato de la contraparte. Después de la cita automovilística, Alvarado no supo nada más.
En abril de 2017, Ortega hijo llamó a Alvarado. Le pidió que fuera a Clayton para enseñarle algo. “Nos sentamos allí, en su otro gimnasio… y saca de un fólder un proyecto 43-13 (casación fondo) donde era ponente el magistrado Oydén Ortega Durán, el cual casan a mi favor y ordenaban al director del Registro Público devolver ciertas propiedades…”.
Eso no le gustó. Alvarado pretendía que le devolvieran todas las fincas –ocho en total–, pero solo le estaban devolviendo dos.
Así se lo hizo saber a Ortega hijo. Él le dijo que todo eso se podía cambiar, es decir, conseguir que le devolvieran las fincas. Pero también le informó que “había hablado con Nanchy [el magistrado Hernán De León] y que habían hablado con la contraparte y que ellos ofrecían [por el fallo a su favor] $250 mil, y que yo tenía que igualarlos o Nanchy iba a voltear el fallo”. Una vez más, el empresario pidió tiempo: no contaba con ese dinero.
No obstante, les pidió copia del fallo para leerlo, que se lo devolvía en una hora. Pero Alvarado se lo llevó a un amigo. Y en marzo de 2017, Alvarado presenta una nota ante la Asamblea Nacional, junto con los mensajes de texto intercambiados con Ortega hijo, contra el ponente del fallo, el magistrado Oydén Ortega. Pero, como ya se dijo, el caso se archivó.
Lo único que obtuvo Alvarado Taylor, tras la denuncia, es que Ortega Durán se declarara impedido para conocer la casación, recayendo esta responsabilidad en el magistrado Hernán De León.
El 13 de agosto pasado, De León cumplió con lo que había advertido Ortega hijo: envió al juzgado la sentencia confirmando el fallo del Tribunal Superior, que ordenó pagar únicamente $54 mil por las fincas de Alvarado. Así, el empresario recibió una fracción del valor actual de sus tierras, que en su mayoría fueron vendidas o hipotecadas durante el proceso.
Alvarado entregó las pruebas de todo lo revelado: los chats con Ortega hijo, fotos de la ponencia del magistrado De León, copia del cheque de $15 mil que cambió en efectivo para pagarle a De León por admitir la casación; copia de proyecto 43-13 para resolver el fondo del recurso que le entregó Ortega hijo, de 28 páginas.
FUENTE: Agencias