
Sindicatos de la Policía Nacional llevan denunciando desde este martes que la versión distribuida por los familiares del menor herido no coincide con la realidad de los los hechos. Ayer trascendió que la Delegación del Gobierno en Melilla expedientó a cinco agentes de la Policía Nacional que fueron denunciados por agredir presuntamente a un menor que estaba paseando y pescando en la medianoche del domingo por el Puerto Noray.
Los agentes aseguran insistentemente que fueron ellos los agredidos por este menor y que el "forcejeo" se produjo cuando intentaban defenderse, provocando que dos de ellos resultaran heridos. Uno en la cabeza y otro en el brazo. Aportan las siguientes fotografías, que están circulando por el Whatsapp de media Melilla.
Según la versión del menor, este fue agredido cuando preguntó la hora a un viandante -que resultó ser uno de estos policías fuera de servicio-. Fuentes cercanas insisten en que el policía se dirigió al joven, le espetó que era un "puto mena de mierda" y le soltó una bofetada sin mediar palabra. El tío del niño, que se encargó de interponer la denuncia, aseguró que al llegar a la zona pudo ver cómo "le estaban pegando entre varias personas". Calcula que "unos cuatro" le tenían inmovilizado, mientras que "dos o tres" le golpeaban constantemente.
Hoy ha trascendido otro relato de la historia que dista de lo que vivió la otra parte.
Varios sindicatos policiales han negado los hechos descritos por el entorno del joven. Los incidentes, dicen, comenzaron el viernes y no el domingo. Según su versión, dos policías que no tienen relación con los cinco expedientados fueron agredidos por "entre ocho y nueve personas tras se reconocidos". Aquel incidente se saldó con un detenido y los dos agentes heridos.
Del viernes saltamos a la medianoche del domingo. La temporalidad aquí sí coincide. Habría sido entonces cuando el menor que es reducido en el vídeo por varios policías habría "exigido" a estos agentes que se dirigían a cenar al McDonald's del paseo marítimo de Melilla que le dieran dinero, porque "se les veía con dinero", relata a este diario Antonio Guillén, secretario regional en Melilla de la UFP.
"Los cinco agentes pertenecen a la Unidad de Intervención Policial (UIP) y están desplazados desde Málaga para reforzar el trabajo en el paso fronterizo", explica. Una vez les exigen el dinero, los agentes se identifican como policías y les piden que se marchen. Ahí es cuando entran a cenar al McDonald's.
Para cuando salen, según la versión contada por los cinco agentes, les están esperando estos dos menores para "exigirles de nuevo el dinero". Sin embargo en esta ocasión están acompañados de "otras ocho o nueve personas". "Venían con piedras en las manos para lanzarlas y uno de los que resultó que era menor, botella en mano, agredió a uno de los agentes. Cuando la botella se rompió, agredió con esta a otro agente que resulta herido con cortes en la cabeza y tiene que ser trasladado al hospital".
FUENTE: Con información de BORJA RODRIGO - https://www.elconfidencial.com