El problema, como lo fue en la primera década de los dos mil, es que el exceso de demanda hace que el producto se vaya deteriorando con el tiempo. Las garantías son cada vez de peor calidad, como lleva alertando Moody’s un año, pero nadie teme al hambre cuando todo son ‘vacas gordas’. En 2018 el montante de deuda colocada en el mercado con CLO superó a los CDO de 2007. En total supera ya los 610.000 millones de dólares en deuda apalancada, lo que supone más de la mitad del PIB español, y la deuda a las empresas sobre el PIB ha superado ya los niveles de 2008.
Esta euforia de los mercados no es algo nuevo y habitualmente acaba provocando el estallido de una crisis económica. Su magnitud es proporcional al tiempo que dura la fiesta, igual que el número de copas determina la resaca. En EEUU la fiesta se ha prolongado hasta el amanecer, pero Donald Trump no quiere que la música se pare, y menos cuando queda poco más de un año para las elecciones. Por eso ha lanzado un ‘bis’ en forma de desregulación de los mercados y de estímulo fiscal. En definitiva, medidas para aumentar la deuda y así mantener viva una expansión que ya está agotada. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de Javier G. Jorrín - El Confidencial