
Los primeros espadas del sector han pasado de puntillas por este asunto, a pesar de las decenas de preguntas que ha habido sobre ello en las presentaciones de resultados de los últimos días. El único mensaje unánime es el de apoyar a BBVA y reconocer que es algo que empeora la reputación del sector.
Este corporativismo, hasta cierto punto lógico, pierde el sentido cuando los mismos banqueros que evitan pronunciarse critican duramente a Francisco González fuera de micrófono y recomiendan a su sucesor, Carlos Torres, que marque las distancias quitándole la presidencia de honor.
Otro contrasentido es que los bancos repitan una y otra vez que su principal reto es mejorar su reputación y cuando se topan con un escándalo como este lo esquiven sin despeinarse. Esta preocupación ha hecho incluso que las patronales AEB y Ceca hayan puesto en marcha la contratación de una agencia de comunicación para mejorar su imagen. Pero en lugar de adelantarse a este mandato, los banqueros han preferido no denunciar los presuntos miles de pinchazos telefónicos, al Gobierno y a la CNMV incluidas, por parte de una empresa contratada por el segundo mayor banco español. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de JORGE ZULOAGA - https://www.elconfidencial.com