
Pues bien: nada de eso ha sido suficiente: ni a Iker Jiménez de tripi se le hubiera ocurrido el giro que ha pegado el asunto estos días: según 'Moncloa.com', cabría la posibilidad de que el incendio del Windsor fuera un trabajo del comisario Villarejo para achicharrar papeles que comprometían a Francisco González (FG), entonces presidente del BBVA. Villarejo y el Windsor. En efecto: éramos pocos y parió la abuela.
Villarejo inventó lo de subir documentos a la nube. pic.twitter.com/IYUv880A3X— Follaldre (@follaldre) February 13, 2019
La gran humillación
El problema no es que la realidad supere a la ficción: es que tiende a humillarla. No hay trama por absurda que suene que no pueda haber pasado en España en los últimos 10 años. Por eso es bueno que la ficción eche una mano al periodismo de vez en cuando: para imaginar escenarios descabellados (pero posibles). Ahí es donde entra Gabriela Cañas, periodista y escritora, que en 2011 publicó una novela —‘Torres de fuego’— donde imaginaba cosas sobre el incendio del Windsor bastante parecidas a las publicadas esta semana: que un gran empresario podía haber encargado la destrucción de ciertos papeles del Windsor. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de "Animales de compañía" - Carlos Prieto - https://blogs.elconfidencial.com