
Lo que Ames, que se trasladó a Valencia desde Mississippi para realizar su tesis doctoral, no esperaba era encontrarse que Yulka, la madre de Kylu, llamaba a su retoño mediante una "etiqueta identificativa acústica", una especie de apellido.
Su objetivo no era otro que "entender cómo usan el sonido las belugas para comunicarse", por puro interés científico y también de cara a mejorar la conservación de esta especie, ya que algunas poblaciones salvajes sufren de una alta tasa de mortalidad. ¿Por qué? Se supone que por el ruido de los barcos, que entorpece la comunicación entre madres e hijas y provoca que éstas se desorienten y se pierdan.
‘Apellidos’ transmitidos de madres a hijos
"Las llamadas de contacto son biológicamente muy importantes", explica Ames. "Son llamadas que producen las belugas para mantenerse en contacto con sus congéneres".
Cuando una cría necesita encontrar a su madre produce un tipo especial de llamada. "Son como firmas sonoras, como etiquetas acústicas", explica la estadounidense. "En las belugas, los miembros de una familia mantienen relación durante muchos años, y creemos que algunas de estas etiquetas podrían ser compartidas por miembros de la familia". Exactamente igual que un apellido. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de ANTONIO VILLARREAL - El Confidencial