
De ahí la importancia de esta cumbre, que será presidida por Jean-Claude Juncker y Donald Tusk y contará con la presencia del primer ministro chino, Li Keqiang. Será un encuentro tenso. La Comisión Europea publicó hace unas semanas un documento sobre su nueva estrategia respecto a China, en el que utilizaba un lenguaje mucho más duro del habitual. En él, afirmaba que es “un rival sistémico que promueve modelos de gobernanza alternativos” y un competidor económico, aunque también un socio en algunos aspectos.
La agenda abarcará multitud de temas: “El fortalecimiento de las relaciones comerciales y de inversión, que incluyen el trato justo y no discriminatorio de los agentes económicos” (los países de la UE se quejan de que los inversores occidentales en China se ven obligados a entregar a Pekín su tecnología, mientras aquí las inversiones chinas son opacas); la defensa, frente a los ataques de Trump, del multilateralismo, la ONU y la implementación del Acuerdo de París sobre el cambio climático; la discusión de algunas crisis globales en las que ambas potencias quieren tener influencia (Irán y el acuerdo nuclear, Rusia y Ucrania, Venezuela, Corea del Norte). Y, muy sensiblemente, el desarrollo de las redes 5G europeas con tecnología de la empresa china Huawei. Como cuenta Manuel Ángel Méndez en el vídeo, Estados Unidos cree que las redes 5G pueden ser una herramienta de espionaje, puesto que el Gobierno chino tendría acceso indirecto a los datos de todos los europeos que las utilizaran. Algo que los países de la UE aún están evaluando. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de RAMÓN GONZÁLEZ FÉRRIZ - El Confidencial