La popularidad de Sánchez en Bruselas creció rápidamente tras su llegada a la Moncloa, pero con la victoria electoral del 26 de abril, con la socialdemocracia en crisis en el resto del continente, Sánchez pasó a ser para los socialistas europeos una especie de gurú, el hombre que tenía la receta para sacarles del profundo agujero en el que se estaban hundiendo.
A la cumbre de Sibiu (Rumanía), celebrada el 9 de mayo, Sánchez llegó como la estrella de los socialistas. Madrid se confirmaba como la capital más importante de las controladas por socialdemócratas. Por eso los socialistas le encargaron al español que fuera el que negociara por parte de la familia política los principales cargos en la cúpula de la UE que se abrirían tras las elecciones europeas. Destacan los cargos del presidente de la Comisión Europea, del Consejo Europeo, el jefe de la diplomacia europea y el BCE. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de NACHO ALARCÓN - El Confidencial