
Y de nuevo, ahora, investigadores españoles sacan a la luz un nuevo ensayo que pone sobre la mesa que el clásico sofrito (ajo, cebolla y tomate), arraigado en la cultura nacional, cuando se hace con aceite virgen favorece la absorción y la liberación de los compuestos bioactivos.
Según el Manual de Nutrición y Dietética de la Universidad Complutense de Madrid, “las sustancias bioactivas de los alimentos son las que influyen en la actividad celular y en los mecanismos fisológicos con efectos beneficiosos para la salud. Se estima que una dieta mixta puede contener entre 60.000 y 100.000 componentes bioactivos distintos, potencialmente efectivos para reducir el riesgo de enfermedades crónicas”.
Estos miles de componentes se “caracterizan por su ubicuidad en el reino vegetal y generalmente se encuentran agrupados en los alimentos y solo en raras ocasiones un determinado bioactivo se localiza específicamente en un pequeño grupo o familia vegetal, como es el caso de los glucosinolatos de las crucíferas. De ahí la importancia del consumo variado de este amplio grupo de alimentos vegetales”, se insiste en el documento.
FUENTE: Con información de Patricia Matey - El Confidencial