Las tasas de ocupación y precios "se vieron afectadas en gran medida por el hecho de que la Administración Trump prohibiese las operaciones de cruceros a Cuba y eliminase las licencias para viajes destinados a programas educativos para ciudadanos estadounidenses", explica Meliá en su informe semestral de resultados. En efecto, el Gobierno estadounidense vetó en junio los viajes en barco a la isla, poniendo punto y final al deshielo diplomático iniciado en la era Obama.
También influyen el aumento de la competitividad en otros destinos alternativos a Cuba o el impacto negativo de las reformas de algunos hoteles, añade la compañía con sede en Palma de Mallorca. El segundo trimestre fue el peor, con un desplome del 17,1% en los ingresos por habitación de ese país. Los establecimientos de Cienfuegos y Santiago de Cuba fueron los únicos que mejoraron las tasas de ocupación "gracias al positivo comportamiento del segmento de circuitos".
Las previsiones no son mucho mejores de cara a este verano, con una tasa de ocupación que seguirá cayendo por el aumento de la oferta en Varadero y Cayo Santa María. "No descartamos caídas de precios frente al tercer trimestre de 2018, sobre todo en La Habana, Cienfuegos y Santiago de Cuba". No obstante, la cadena hotelera espera compensarlo parcialmente con una subida de ventas a través de su canal directo.
A nivel global, Meliá ganó 43,5 millones de euros durante el primer semestre del año, un 24,7% menos respecto al mismo periodo del año anterior. Las ventas ascienden a 869,3 millones (-1,1%), el resultado bruto de explotación (ebitda) se sitúa en 216,8 millones (-6,1%) y la deuda se reduce hasta los 585,7 millones. Por su parte, los ingresos por habitación crecieron un escueto 0,4% en su conjunto. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de MARINA VALERO - El Confidencial