Una cooperante italiana de 24 años, Silvia Romano, secuestrada en noviembre 2018 en Kenia, ha sido obligada a casarse con rito islámico y ahora es propiedad de un islamista que la obliga a llevar el velo. Lo afirma el diario «Il Giornale», que cita fuentes de los servicios secretos italianos.
La joven milanesa fue secuestrada durante un ataque a Chakame una aldea perdida en una zona rural en la costa de Kenya, a 80 kilómetros de Malindi, ciudad con playas tropicales en las que hay hoteles y resorts de lujo para el turismo internacional. Cerca de ese oasis de abundancia y belleza, se da también la crueldad y violencia, porque Kenia es un país donde es elevada la amenaza terrorista islámica. Quienes la tienen prisionera le han hecho «una especie de lavado de cerebro, una maniobra de presión psicológica con el objetivo de que rompa con sus lazos afectivos y culturales de Italia», afirman los servicios secretos italianos. Estas fuentes dan por «segura la noticia de la boda forzada» de la joven.
Cooperante con niños callejeros
Silvia era cooperante de la ONG África Milele y trabajaba en Chakame para ayudar a los niños que pasan el día en la calle porque no tienen estructuras a las que acudir. El 21 de noviembre 2018 un grupo terrorista llegó a la aldea con un furgón del que descendieron tres hombres armados con kalashnikov, hicieron arrodillarse a la gente y les robaron el dinero. El botín les debió parecer escaso y entraron en la caseta de la ONG Africa Milele secuestrando a Silvia, que se encontraba con algunos niños. En el ataque hirieron a una mujer y cuatro niños. De inmediato las sospechas se concentraron en islamistas somalíes porque los asaltantes hablaban el idioma somalí y vestían a la manera de ese país. La joven se encuentra muy probablemente entre el sur y suroeste de Somalia, zona dominada por los islamistas de Al Shabab, grupo terrorista aliado de Al Qaeda.
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FUENTE: Con información de Ángel Gómez Fuentes - abc.es