Así lo ha anunciado la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, que ha manifestado que «Sánchez es el único candidato con posibilidad de sumar para que salga adelante la candidatura, y en ese sentido ha hecho el Rey su propuesta», reseñó El Mundo.
El propio Pedro Sánchez ha reafirmado posteriormente, en una breve comparecencia en La Moncloa en la que sólo aceptó dos preguntas, que por el momento no desvelará lo que está negociando con ERC, el partido cuyos votos necesita imperiosamente para ser investido y con el que el PSOE ya se ha reunido tres veces.
Preguntado directamente, el líder socialista se ha negado a desvelar el cariz de la negociación con ERC. Por contra, ha anunciado de forma solemne que a partir del lunes convocará su propia ronda de consultas, en la que él se reunirá con Pablo Casado e Inés Arrimadas, y su portavoz, Adriana Lastra, com «todos los partidos» con representación parlamentaria.
Esto significa que el PSOE ampliará las reuniones que ya está manteniendo con ERC y JxCat, entre otros, para incluir a partidos hasta ahora excluidos, como el propio PP y Ciudadanos, pero también EH Bildu, la CUP e incluso Vox.
Sánchez también convocará a todos los presidentes autonómicos, muchos de ellos críticos o temerosos de lo que se pueda pactar con ERC y otros independentistas, incluyendo a algunos socialistas como Emiliano García-Page o Javier Lambán.
El presidente en funciones ha envuelto todas estas apelaciones al resto de partidos a respaldar su pacto secreto con ERC al espíritu de acuerdo constitucional, que permitió e 1978 alumbrar la Carta Magna. Precisamente, la que quieren modificar de forma sustancial o directamente derribar sus socios, desde Podemos a ERC.
Sólo Podemos y sus confluencias han dicho un sí rotundo a su investidura. El resto de formaciones ha supeditado su apoyo a que se atiendan sus reclamaciones. Y, en todo caso, la investidura de Sánchez está, a día de hoy, supeditada a que ERC se abstenga. Una negociación que los socialistas aún están fraguando.
Pese a que la candidatura de Sánchez parece la única viable a día de hoy, se trata de una designación en el vacío, pues aún no existe un colchón, una red de apoyos garantizados que asegure que no habrá una investidura fallida. El Rey, en los últimos meses, y como constató recientemente Batet, es partidario de que se conforme un Gobierno «estable» que dote al país y a las instituciones democráticas de «estabilidad».
Felipe VI ha afrontado su octava ronda de consultas en sus cinco años y medio de reinado -Don Juan Carlos protagonizó 10 en sus casi cuatro décadas de reinado-. Y la incertidumbre ha predominado en ellas. Atrás queda la costumbre de llegar a Zarzuela con los apoyos cerrados para tener la mayoría necesaria en el Congreso. Sánchez ahora, como Mariano Rajoy en 2016, ha acudido al Palacio Real con la pretensión de ser candidato, pero sin los números confirmados.
El Rey designa al líder socialista como candidato, consciente de que de salir adelante su hoja de ruta conformará su Ejecutivo con apoyo de dos formaciones políticas que reniegan de la Corona y de la figura del Rey. De hecho, ERC, como viene haciendo en las últimas ocasiones, ni siquiera ha acudido a esta ronda de consultas.
FUENTE: Agencias