Gabriel Jaimes Durán, el hombre escogido para ocupar la tercera posición más importante dentro de la Fiscalía, ha pasado sus últimos días en reuniones a puerta cerrada con su nuevo jefe para determinar líneas de trabajo. Lo que se viene no es poco: Jaimes Durán tendrá a su cargo la coordinación de los fiscales delegados ante la Corte Suprema, que son quienes manejan las investigaciones de más alto perfil. Ante la relevancia que tiene su cargo, más de uno quedó sorprendido al verlo hace unos días a la izquierda del fiscal Francisco Barbosa, de traje y corbata azul, mientras este anunciaba a su nuevo equipo desde la sede principal del organismo investigativo.
Quien reapareció ese día fue un funcionario público de vieja data que, así como ha estado en la cumbre del poder, también ha estado en el fondo. Jaimes Durán ingresó a la Fiscalía en 1994, según se lee en la página de Función Pública, y en ese organismo forjó la mayor parte de su carrera como uno más de los miles de funcionarios que allí laboran. Comenzó en Barrancabermeja, de acuerdo con la hoja de vida que él mismo entregó a la Fiscalía; en 1999 llegó a Bucaramanga y, en 2007, se fue para la Dirección Seccional de Fiscalías de Santa Rosa de Viterbo, en Boyacá. Luego, aseguró él, trabajó en “casos connotados en Colombia” desde la Unidad Anticorrupción.
Era entonces la Fiscalía de Mario Iguarán, en la cual Jaimes Durán fue un fiscal como cualquier otro. Jaimes Durán no deja saber en la hoja de vida que colgó la Fiscalía en su página web cuáles eran esos procesos de connotación nacional, ni fue un hombre clave de la administración Iguarán. En abril de 2008, sin embargo, cerró la puerta de la Fiscalía temporalmente para abrirse una ventana en el Consejo de Estado como magistrado auxiliar. “Proyecté para el magistrado titular fallos en procesos contencioso-administrativos”, dice su hoja de vida. Aunque no hace explícito quién era, este diario confirmó que era Alejandro Ordóñez Maldonado. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de El Espectador