Yukos fue propiedad -hasta su expropiación- del oligarca Mijail Jodorkovski, actualmente exiliado en Londres. Fue detenido en 2003, declarado culpable de varios delitos económicos y condenado a 14 años de prisión acusado de fraude fiscal y estafa a gran escala. El multimillonario sostiene que fue víctima de una campaña planificada desde el Kremlin por apoyar a la oposición a principios de la década pasada. Aquel arresto se produjo después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtiera a los oligarcas de que no debían meterse en política. Jodorkovski fue indultado en 2013 por el actual presidente ruso. Nada más salir de la cárcel dejó el país, pero desde el extranjero ha seguido interviniendo en la política rusa. Su socio Platon Lebedev pasó más de 10 años en prisión.
La decisión de este martes anula la anterior, de abril de 2016, que revocaba un fallo sin precedentes: que el Estado ruso debía pagar esa cantidad millonaria a los antiguos accionistas de la multinacional Yukos. Fue en 2014, cuando Rusia fue condenada por la Corte Permanente de Arbitraje, una jurisdicción internacional con sede en La Haya, a pagarles una indemnización de 50.000 millones de dólares. Las autoridades rusas se negaron a soltar ni un rublo.
Moscú ha rechazado las acusaciones de haber orquestado el desmantelamiento de Yukos por motivos políticos. Rusia "seguirá defendiendo sus intereses legítimos y, en una apelación al Tribunal de Casación, impugnará este veredicto" de la corte holandesa, según ha dicho el ministerio de Justicia en un comunicado.
Los denunciantes no critican la actitud de la parte gubernamental durante el proceso judicial. "Su estrategia es distorsionar para complicarlo todo y hacer olvidar la mayor expropiación del siglo XXI", replicó en declaraciones a AFP Emmanuel Gaillard, que representa a los antiguos accionistas. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de XAVIER COLÁS - El Mundo