El partido ultra no solo no apoyará la prórroga del estado de alarma el próximo jueves en el Congreso –aún no ha confirmado si se abstendrá o votará en contra, aunque se inclina por esto último— sino que llevará el decreto ley que lo regula al Tribunal Constitucional por considerar que sus medidas suponen “un estado de excepción encubierto”, según su portavoz, Jorge Buxadé. Se da la circunstancia de que Vox reclamó, a raíz de los disturbios que siguieron a la difusión de la sentencia del procés, que el Gobierno declarase el estado de excepción, que entraña la suspensión de derechos fundamentales.
Además, Vox prepara una querella criminal contra los responsables de gestionar la lucha contra la pandemia por supuestos delitos de “dejación de responsabilidades, imprudencia grave o, en su caso, delito doloso”, ha confirmado Buxadé. El partido ultra empezó exigiendo la dimisión de la vicepresidenta primera Carmen Calvo y del director de emergencias, Fernando Simón, y luego elevó el listón apuntando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, para acabar reclamando un Gobierno de “emergencia nacional” formado por tecnócratas.
Tras haber apoyado la primera prórroga del estado de alarma para no descolgarse de sus propios llamamientos a la unidad nacional, el presidente de Vox, Santiago Abascal, escenificó el pasado sábado su divorcio con Sánchez al convertirse en el único líder político que se negó a atender la llamada del presidente. Además, sin llegar a convocarlas directamente, Vox ha alentado a través de las redes sociales las caceroladas de protesta por la gestión que el Gobierno ha hecho de la crisis. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de MIGUEL GONZÁLEZ - El País