Fajardo se mostró contundente en todo momento, si bien -y como es propio de su talante-, al final, no dijo nada. Sin duda, unas declaraciones que levantarán polvareda y "pondrán a pensar el país político", tal y como otrora la prensa nacional solía decir cada vez que Alfonzo López salía con alguna babosada.
Ya en el pasado, los dos políticos con la mayor afinidad en sus "inexistentes diferencias políticas" “habían chocado” varias veces, una de ellas y quizás la más recordadas: por las desapariciones de campesinos en la región de hidroituango; mientras el uno guardaba silencio cómplice, el otro no decía nada. Lo cierto es que cadáveres aparecieron y los desplazamientos en la región aun hoy en día aquejan. En lo que siempre estuvieron de acuerdo fue en la corrupción y el clientelismo que se dio durante la construcción de la represa, circunstancia que si no se investiga por los entes de control y condena a los culpables es simplemente porque estamos en Colombia, el país donde los narcos gobiernan.
Amanecerá y veremos. En todo caso, lo que sí quedó "clarísimo" es que estos enfrentamientos tipo “así fue que empezaron papá y mamá, tirándose piedritas en la quebrada” entre Fajardo y Uribe se harán más frecuentes en la medida en que se acerquen las elecciones para presidente del 2022.
Llama poderosamente la atención, sin embargo, que las declaraciones fueron dadas a la "neutralísima" Revista Semana en lugar de a @LaSillaVacia: la oficina de prensa uribista del Partido Verde. ¿Señal de problemas internos? ¡Quizás! Pero más probablemente un truculento disfraz para que los contratos que la Alcaldía de Claudia López (la popular Ángela Merkel de los tibios) –presumiblemente- dará al Medio no se vean tan feos. Recordemos que “la bodega frutiño” –como por estos días se le conoce al medio verde- fue uno de los medios favoritos a la hora de otorgamiento de contratos por parte de la administración del nefasto Peñalosa –junto con Anthanas Mockus, uno de los grandes filósofos y creadores de la Ideología de los Contratos tan de boga siempre entre los verdes.
Con certeza, nadie lo sabe, pero desde ya le ofrezco este espacio a la acuciosa Juanita Goebbels para hacer los descargos correspondientes.
Nota del autor: a la Juanita Goebbels que concito para responder esta esmeradísima columna es a la de los Panamá Papers, no a la otra que es peor y que se la pasa defendiendo a capa y espada los asesinatos de campesinos inocentes cometidos durante la era Uribe: la famosa Seguridad Democrática.
FUENTE: URÍAS VELÁSQUEZ - @UriasV - Artículo de Opinión - La Nueva Prensa de Colombia