La transferencia del rey Abdulá de Arabia Saudí entró en la cuenta número 505523 del banco Mirabaud el 8 de agosto de 2008. Solo unas semanas después, el depósito registró las primeras salidas para abonar los honorarios profesionales de Dante Canonica y Arturo Fasana, los dos gestores suizos a los que recurrió el Rey emérito para tratar de camuflar su relación con esa fortuna mediante una estructura 'offshore' con ramificaciones en Centroamérica.
Tras esas transacciones iniciales, el Rey emérito empezó a retirar fondos de forma periódica. El 12 de enero de 2009, sacó 207.000 euros para hacer frente a supuestos “gastos personales”. El 11 de marzo de 2009, salieron de la cuenta con el mismo concepto de “gastos personales” 299.960 francos suizos (unos 205.000 euros al cambio de la época). Dos semanas después, el 23 de marzo, fue anotado un reintegro de 105.000 euros. Y el 17 de junio del mismo año, Juan Carlos I se llevó otros 209.000 euros, nuevamente, para “gastos personales”, según recoge la documentación a la que ha tenido acceso El Confidencial.
Un recibo de 250.000 euros con su firma
La mecánica se repitió en los años siguientes. Ninguna de esas disposiciones de efectivo fue declarada a la Hacienda española. La única entrada que consta en la cuenta de Lucum, además del ingreso inicial de Arabia Saudí, es otra transferencia recibida del rey de Baréin, Hamad bin Isa Al Khalifa, por importe de 1,9 millones de dólares (1,4 millones de euros aproximadamente en ese momento). El resto de operaciones reflejadas en el balance del depósito son retiradas de dinero en ventanilla. Una vez llegaba a sus manos, los billetes eran usados por el conjunto de los miembros de Zarzuela para pagar regalos, viajes, consumiciones y otros caprichos. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de JOSÉ MARÍA OLMO - El Confidencial