"Tanto Alemania, a través de sus diplomáticos, como el Centro Wiesenthal, dejamos debidamente establecida la postura de que estos elementos no deben servir a un mercado de extrema derecha y supremacistas blancos en crecimiento. Le urgimos a las autoridades uruguayas que aseguren que la exhibición de estos símbolos sirvan como advertencia a las futuras generaciones de lo que nunca debe repetirse", afirmó el doctor Shimon Samuels, director de Relaciones Internacionales del Centro Wiesenthal en una comunicación emitida en su sitio web, de aucerdo con Uypress.
Ariel Gelblung, director para América Latina, indicó también en la misma nota: "El pasado 27 de enero, Uruguay adoptó la Definición de Antisemitismo de IHRA sosteniendo que era el mejor homenaje a las víctimas del nazismo. Hoy debe poner en práctica dicha medida, que incluye la prevención de la utilización pública de símbolos que rememoren la limpieza étnica. En virtud de la citada adopción, debe advertirse a los potenciales compradores que de no darse a los objetos el destino de advertencia, la subasta deberá considerarse nula".
Por su parte, el ministro de Defensa Nacional, Javier García, indicó que existe una "estricta garantía" de que se velará para que "no sea utilizada por parte de organizaciones neonazis" luego de su venta.
Según consigna el diario El País, el ministro, consultado por la agencia EFE, descartó que haya una "subasta inminente" de la pieza y reconoció que su cartera aún está efectuando un "análisis jurídico del tema", si bien se dijo que existe un compromiso ante la Justicia "para agosto, en el sentido de última fecha para una eventual conciliación".
La Justicia había resuelto en primera instancia en junio del año pasado "disponer y realizar la enajenación onerosa y la distribución del producido de la venta del telémetro y el águila rescatados" en un 50 % para el Estado y 50 % para los demandantes, los hermanos Alfredo y Felipe Etchegaray y el buzo Héctor Bado, fallecido en 2017.
FUENTE: Agencias