En la sentencia, el tribunal considera a Montano único dirigente del alto mando salvadoreño enjuiciado por estos hechos ante la Justicia española, autor de cinco delitos de "asesinato de carácter terrorista" de los jesuitas Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes Mozo, Armando López Quintana y Juan Ramón Moreno Pardo. Por cada uno de los cuales le impone una pena de 26 años, 8 meses y un día de prisión.
El escrito relata la reunión de oficiales, entre los que se encontraba el viceministro de Seguridad Pública, en la que el acusado ordenó matar al padre Ellacuría y no dejar testigos, utilizando para ello unidad del batallón Alacatl.
Según la Audiencia, los hechos son "notoriamente alevosos", desde el momento en que el acusado participó en la decisión de ordenar acudir de madrugada a la residencia de los jesuitas con la intención de "proceder contra ellas", es decir, "ejecutar tanto a Ignacio Ellacuría como a quienes se encontrasen en el lugar, sin importar de quiénes se tratase, a fin de que no hubiera testigos de los hechos".
La medianoche del 15 al 16 de noviembre
Después de la medianoche del 15 al 16 de noviembre, los soldados se reunieron fuera de la Escuela Militar, donde el coronel Rene Yusshy, les facilitó un fusil AK 47 de fabricación rusa que usaba habitualmente el FMLN "con el fin de disparar con él y simular que habían sido los miembros del FMLN los autores de los hechos". Les ordenó también que hicieran creer que "se hubiera producido una confrontación militar" una vez que los sacerdotes estuviesen muertos.
"Los oficiales se acercaron a la residencia de los sacerdotes y cuando estos salieron de su residencia alertados por el ruido les ordenaron tirarse al suelo, momento en el que el oficial armado empezó a disparar a Ellacuría, Baró y Montes. Tras ello, según el relato de la sentencia, el subsargento y un cabo empezaron a disparar y mataron a los otros tres sacerdotes", narra la sentencia. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de B. T. - El Confidencial