Por: Omar Ávila - Los que siguen mis artículos semana tras semana, saben que poco me gusta opinar sobre la situación de otros países, sin embargo el tema de la hermana República de Colombia merece ser tratado por el giro histórico que está dando la política de ese país.
Realmente se torna interesante la estrategia de campaña de ambos candidatos para esta segunda vuelta, por un lado Rodolfo Hernández pasó de ser el aspirante a la Primera Magistratura anticorrupción y antisistema, al tener que pactar con los partidos tradicionales; y aun no aceptando los apoyos públicamente debe tener claro que de ganar, no le queda de otra que negociar con los que tradicionalmente han gobernado en Colombia al tener minoría en el Congreso, por otro lado al senador Gustavo Petro se le cae el discurso de la continuidad o lo que es lo mismo, ya esa bandera no le será suficiente en sus pretensiones de llegar al Palacio de Nariño.
Lo cierto es que el cambio de la narrativa es un hecho en la carrera presidencial, en la que el propio Federico “Fico” Gutiérrez que acusaba en su campaña a Rodolfo Hernández de corrupto y ladrón, no dudó ni por un segundo en manifestarle su apoyo a este inmediatamente que se conocieron los resultados oficiales; derrota que además confirmó las ansias de cambio que reflejan todos los estudios de opinión.
Les toca a ambos aspirantes profundizar en qué tipo de cambio proponen, hablar más de sus propuestas, de cuál sería su modelo de gobierno, resaltar tanto sus experiencias gubernamental, como de sus valores como persona.
Ahora al punto que quiero llegar, es que existe un desencanto popular, la democracia sin duda alguna no está bien en América Latina, aunque según Electoral Democracy Index esta mejor que hace medio siglo. Prueba de ello son los resultados de Chile, Perú, Bolivia, o de lo que está próximo a ocurrir en Colombia e incluso Brasil.
Como bien lo expresaba hace algunos días la licenciada Mibelis Acevedo “para bien o para mal, a través del voto los ciudadanos en Latinoamérica están expresando su malestar en relación al desempeño de las élites políticas tradicionales. Reflejo de una crisis profunda, y también una oportunidad de repensar la democracia”.
En menos de dos semanas los colombianos tendrán la oportunidad de decidir en quién depositan su voluntad como pueblo para ser gobernados. Sea cual sea la decisión, eso debe ser respetado. Nosotros desde Unidad Visión Venezuela aspiramos y esperamos que independientemente de quien gane, podamos reestablecer como Nación con el hermano país las relaciones diplomáticas que permitan –entre otras cosas- reabrir los consulados para satisfacer necesidades de colombianos viviendo en Venezuela y viceversa, venezolanos viviendo en Colombia. Además el restablecimiento del comercio entre las dos naciones lo cual redundaría en beneficios para ambos pueblos. Los vuelos comerciales son parte de esa dinámica económica que se debe comenzar a propulsar.
Omar Ávila es secretario general nacional de Unidad Visión Venezuela.y diputao a la Asamblea Nacional de Venezuela
FUENTE: Artículo de Opinión - @OmarAvilaVzla