Los siete miembros del jurado consideraron culpables a 23 agentes y absolvieron a otros tres por la muerte de 13 reos del segundo piso del Pabellón nueve de la prisión de Carandirú.
Se trata del primer juicio contra imputados por esta masacre, que involucra a un total de 79 guardias, señaló el juez José Augusto Nardy Marzagao.
Se determinó que los policías dispararon el 2 de octubre de 1992 y lo hicieron con la intención de matar a los presos amotinados en esa prisión. Este hecho es considerado como el peor en la historia de la penitenciaria de Brasil.
Durante el proceso, los gendarmes admitieron que abrieron fuego, pero no pudieron certificar si causaron bajas, pues el pabellón de la cárcel estaba sin iluminación.
La abogada defensora de los guardias, Ieda Ribeiro de Souza, señaló que la actuación de los policías no podía ser individualizada, pues no fue posible determinar quienes dispararon o fueron responsables por cuáles muertes.
Los fiscales denunciaron por su parte la alteración de la escena del crimen por las autoridades policiales.
Uno de ellos, Osvaldo Negrini subrayó que lo ocurrido en Carandirú, ubicada en el estado de Sao Paulo, fue una masacre pues la mayoría de los reos murieron ametrallados dentro de sus celdas y después los cadáveres fueron llevados a otro lugar.
El hecho de que los cuerpos de 111 presos fueron encontrados amontonados demuestra que hubo levantamiento de cadáveres, subrayó.
La historia de este sangriento hecho estaba escrita en los muros de los calabozos, enfatizó.
Tras la condena de los primeros guardias, se espera por el anuncio de otros tres procesos judiciales contra el resto de los gendarmes (53), acusados también de esa masacre.
FUENTE: Prensa Latina |