El episodio es otro de la larga serie de conflictos judiciales entre el Gobierno y el Poder Judicial, iniciada en noviembre pasado cuando el presidente Mohamed Morsi se invistió de facultades omnímodas que hacen inapelables sus decisiones.
En marzo pasado, partidos y abogados opositores demandaron la postergación de la consulta para la Cámara de Diputados que, en principio debía realizarse mañana.
La decisión hoy del tribunal fue dictada con carácter definitivo e inapelable, acorde con fuentes oficiales.
Los patrocinadores de la demanda adujeron en el pleito original que la ley electoral tiene por lo menos cinco artículos en conflicto con la nueva Constitución, aprobada en referendo en diciembre último.
El Tribunal Supremo Constitucional acogió la demanda de medios opositores, reenvió la legislación a la Shura, consejo consultivo con facultades parlamentarias en ausencia de la cámara baja, que la aprobó y convocó los comicios sin permitir la revisión de las enmiendas en la corte, un error técnico que dio asidero a la impugnación.
Los partidos laicos coaligados en el Frente de Salvación Nacional, en guerra con el mandatario, de tendencia islamista, demandan además de la suspensión de los comicios y de la Carta Magna, la disolución del gabinete del primer ministro Hicham Qandil y la formación de un gobierno de salvación nacional.
Morsi tendió la víspera una rama de olivo implícita a sus adversarios al anunciar en una entrevista con una televisora satelital durante la cual anunció una reestructuración parcial del gabinete, pero medios opositores dijeron que es “muy poco, muy tarde”.
El fallo sobre los comicios se suma a la exoneración esta semana del expresidente Hosni Mubarak de acusaciones de delitos de lesa humanidad durante las protestas que lo obligaron a renunciar dos años atrás y de apropiación de fondos del Tesoro asignados para remozar el Palacio Presidencial de Ittihadia.
La decisión detonó protestas de la Hermandad Musulmana, que sitió este sábado la sede del Tribunal Supremo en el centro de esta capital en demanda de “una purga de los magistrados que integran el Poder Judicial, nombrados por Mubarak”.
La manifestación, que comenzó en una tranquilidad relativa, derivó en violentos choques con desconocidos a los que se identifica con una entidad clandestina, el Bloque Negro, durante los cuales 95 personas resultaron heridas, según estadísticas oficiales.
Asimismo, han sido detenidas varias docenas de sospechosos de participar en los combates callejeros en los cuales salieron a relucir armas de fuego, granadas lacrimógenas, garrotes y piedras y fue incendiado un vehículo ligero propiedad de los islamistas.
FUENTE: Prensa Latina |