Havelange, de 96 años, renunció a su cargo honorario el 18 pasado después de confirmar la comisión de ética de la FIFA, creada en el 2012, las acusaciones de haber sido comprado en su período al frente del organismo de 1974 a 1998.
El texto redactado por Hans-Joachim Eckert, presidente del órgano de decisión de la comisión de ética, constata que Havelange recibió "sobornos" de la empresa de comercialización de derechos deportivos ISL.
Así el sudamericano adelantó una eventual retirada de su presidencia de honor, que ejercía desde que abandonó la jefatura ejecutiva, en el próximo congreso de la organización a finales de mayo en Islas Mauricio.
El escándalo ISL estalló en 2012, cuando la cadena británica BBC aseguró en un reportaje que la empresa de márketing International Sports and Leisure obtuvo los derechos para varios mundiales de fútbol, antes de su liquidación en 2001, pagando sobornos a miembros de la FIFA.
Según el informe de la entidad, Havelange recibió "considerables cantidades" de dinero, así como Ricardo Teixeira, antiguo presidente de la Federación Brasileña de Fútbol, y el paraguayo Nicolás Leoz, extitular de la Confederación Sudamericana. Además del brasileño, el guaraní, de 84 años, presentó su dimisión la semana pasada.
Por su parte, la comisión de ética absolvió al actual presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, de cualquier implicación con el caso ISL.
"El comportamiento del presidente Blatter de ningún modo puede calificarse de incorrecto con respecto a las normas de ética", señaló el comité sobre el dirigente helvético.
No obstante, el texto se pregunta de forma crítica si el suizo, entonces secretario general del organismo, no debería haber sabido que ISL, que quebró en 2001 y estuvo a punto de arrastrar en su caída a la FIFA, realizaba pagos a otros altos funcionarios de la institución.
"La conducta del presidente Blatter puede haber sido desacertada, ya que podía existir la necesidad de una aclaración interna, pero esto no lleva a ninguna infracción penal o de los principios éticos", señaló Eckert.
El juez de la FIFA aclaró que los pagos se realizaron en una época en la que la organización rectora del fútbol mundial ni siquiera tenía un código ético, redactado por primera vez en el 2004.
FUENTE: Prensa Latina |