La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, denunció ayer que el juicio político en su contra, que impulsó el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, “tiene un pecado original” y es que Cunha le ofreció no adelantar dicho juicio si ella impedía que él fuera juzgado ante el Consejo de Ética de la Cámara de Diputados, por las acusaciones que pesan contra él por delitos de corrupción, reportó Telesur.Así lo manifestó la Mandataria ante el público que asistió a la XII Conferencia Conjunta de Derechos Humanos.
La Corte Suprema de Brasil aceptó a inicios de marzo del presente año los cargos de corrupción contra Cunha y será juzgado en una causa que investiga si cobró sobornos por al menos cinco millones de dólares en el fraude a la estatal Petrobras.
Rousseff afirmó que ella se negó a caer en ese “chantaje”, pues si no el gobierno “se deterioraría”.
“Ellos fabricaron una acusación falsa, y por ser falsa se caerá”, dijo convencida de que no prosperará el juicio político en su contra, que ya se encuentra en el Senado, pues “atenta contra la Constitución y la democracia”.
La comisión especial del Senado juramentada el martes estudia el informe aprobado por los diputados para determinar si continua el juicio o no.
Apoyos. Más de 300 agrupaciones de los frentes Brasil Popular y Pueblo Sin Miedo entregaron al presidente del Senado brasileño, Renan Calheiros, un manifiesto que rechaza el golpe en curso contra Rousseff, informó Prensa Latina.
Ningún golpe trajo para nosotros beneficios, sino solo retrocesos, dijo la vicepresidenta de la Central Única de Trabajadores (CUT) Carmen Foro, una de las representantes de las organizaciones que llevó el documento a la cámara alta.
Foro le expresó a Calheiros su deseo de que el Senado no tenga el mismo “comportamiento deplorable” de la Cámara de Diputados cuando votó por la admisibilidad del pedido de juicio político contra la jefa de Estado.
FUENTE: Agencias - http://www.ultimasnoticias.com.ve
