
La aplicación "Arts & Culture" de Google lleva disponible desde el 2016, pero a comienzos de año añadieron en EEUU una nueva función: hacerte un 'selfie' y encontrar en un instante tu doble entre los "miles" de cuadros digitalizados que el buscador posee en sus servidores. Es tan sencillo como adictivo. Solo tienes que descargarte la 'app' en iOS o Android, seleccionar la opción "art selfie", hacerte una autofoto y esperar unos segundos. Verás al momento los personajes artísticos a los que te pareces, con un porcentaje de similitud. Y podrás compartir las fotos en un par de clics. Ideal para hacerse viral en la red. Y eso justo lo que está ocurriendo.
La app esta del art selfie de Google me ha clavao. pic.twitter.com/ml8ACjlCfo— Manu Grande (@manugrandelope) September 4, 2018
La idea ya generó muchas sospechas de privacidad en EEUU en su momento, e incluso fue tildada de 'tecnología racista'. Se acusaba a su algoritmo de no reconocer de igual forma los selfies de gente negra o hispana, por ejemplo. Es grave, pero nada que una mejora tecnológica no pueda solucionar. La verdadera cuestión, sin embargo, es: ¿qué hace Google realmente con esas fotos que subes y los datos biométricos? La llegada a España de esta aplicación ya ha generado también las primeras dudas entre juristas especializados en internet y tecnología:Lo acabo de RT. Google arts ha sacado una app y en ella te puedes hacer un selfie y te dice a qué obra te pareces. Yo a Carlos V, chupaos esa. https://t.co/WBWOyztVDJ #GoogleArts. pic.twitter.com/GzWjp4yZX3— Oscar (@jonipai) September 4, 2018
La compañía se avanzó a la polémica en su momento y fue tajante: "Google no usa estos 'selfies' para otra cosa que no sea identificar tu doble en una obra de arte", aseguró Patrick Lenihan, un portavoz de la firma. Es decir, no está usando este experimento viral para hacernos mejorar gratis su propia tecnología. Eso dice. Además, señala que las fotos solo se almacenan en sus servidores durante los segundos que el 'software' tarda en encontrar tu doble.Y así es como, haciendo el tonto, ayudamos a Google a entrenar su IA y le regalamos datos biométricos como si no hubiera mañana. https://t.co/TlLnBxqGaI— Paloma LLaneza (@PalomaLLaneza) September 4, 2018

Lo que no menciona Google, sin embargo, es que basta un simple cambio a sus términos de uso para revertir esa decisión. Y en muchos países ni siquiera tendría que avisar previamente a sus usuarios. Un ejemplo claro del peligro de estos programas de reconocimiento facial es que la función de 'selfie' de esta 'app' está prohibida en los estados de Texas e Illinois, que específicamente restringen en sus leyes el uso de tecnología de reconocimiento facial.
"Google puede decir ahora que las fotos de la 'app' no se usarán para ninguna otra actividad, pero esa afirmación tiene muy poco significado cuando puede cambiar arbitrariamente su postura sin tener miedo a consecuencias legales", explicó recientemente al Washington Post Jeramie Scott, asesor de seguridad nacional en el Electronic Privacy Information Center, un centro de investigación independiente con sede en EEUU.
En Europa, con la entrada en vigor el pasado mayo del nuevo reglamento de privacidad, el GDPR, Google lo tendría más complicado para hacer semejante cambio en los términos de uso sin pedir permiso expreso antes a sus usuarios. Pero, una vez tienes la 'app' instalada, ¿quién se lee esos aburridos avisos de cambio de política? Encontrar tu doble en un cuadro es divertido, pero si te preocupa tu privacidad y no quieres acabar haciendo el trabajo sucio (y gratis) a Google, merece la pena pensarlo dos veces antes de utilizarla.
FUENTE: Con información de https://www.elconfidencial.com ->> Ir