Asimismo, la Asociación Madrileña de Sumilleres (AMS) sitúa el consumo de sidra en Galicia siglos atrás: “En el monasterio de Sobrado dos Monxes está documentada la producción en el año 950. En las casas gallegas fue la bebida de diario y en las romerías hubo muiñeiras y aturuxos sin una gota de vino por medio. Es en el año 1000 cuando el vino sustituye a la sidra como producto comercial, siendo una de las bases del crecimiento de las ciudades, manteniéndose la sidra como bebida popular hasta la actualidad”.
Mientras que las primeras referencias escritas sobre la producción de sidra en el País Vasco se remontan al siglo I, cuando el geógrafo Estrabón escribió sobre una bebida elaborada en Vasconia a base de trozos de manzana cocidos y diluidos en agua y miel. Es aquí, con el lugar y la fecha de nacimiento de las distintas sidras que habitan en el mercado, donde comienzan las múltiples diferencias que las caracterizan. ¿Realmente son tan distintas la sidra vasca, asturiana y gallega? ->>Vea más...
FUENTE: Con información de Verónica Mollejo - https://www.alimente.elconfidencial.com