
Ambas entidades han ganado dinero en 2018 (328 millones, Sabadell; y 1.985, Caixabank), pero eso no ha evitado la sangría bursátil. Un cuarto trimestre más flojo de lo esperado, el impacto mayor de lo previsto de los gastos extraordinarios y el contexto económico de ralentización económica, han disparado el temor de los inversores, que han aprovechado la mañana para deshacer posiciones.
CaixaBank
Los resultados de CaixaBank se han visto lastrado por la venta del negocio inmobiliario a Lone Star (-252 millones), la venta de la participación en Repsol (-453 millones) y la reclasificación de Banco de Fomento de Angola (-139 millones).
Sobre CaixaBank, los analistas de la firma KBW destacan que las tendencias en el margen financiero neto y las comisiones del cuarto trimestre son más “débiles” que las de sus competidores comparables. Desde la firma de análisis Jefferies usan el calificativo de “números confusos” para referirse a las cuentas del último trimestre del año, debido a los costes no recurrentes anunciados por la entidad.
El propio consejero delegado, Gonzalo Gortázar lo ha resumido en su rueda de prensa: "tenemos que seguir remando". El directivo reconoció su perplejidad ante las caídas del mercado, pero alegó que "el mercado valora expectativas". "Este año ha sido muy bueno pero todo el mercado ya lo sabía, y la comparativa es en función de las expectativas que tiene el mercado para el año próximo", dijo. Expectativas que, sin embargo, moderan los pronósticos de su propio plan económico en un entorno de tipos de interés bajo, dudas macroeconómicas y malas perspectivas del sector bancario en general. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de CARLA RAFFIN - https://www.elconfidencial.com