
Grupos como Deoleo, Borges, Migasa o Acesur vienen utilizando este mecanismo, que complementa la operativa habitual —y mucho más asentada— de abastecerse de otros países mediterráneos como Túnez, Marruecos, Portugal o Grecia. "No son cantidades determinantes, ni que influyan en los precios. Quien compra allí no lo hace por precio, aunque si encuentra una buena oportunidad, puede entrar. Lo hace para defender la calidad de los aceites cara a mercados en los que la rotación en los lineales de los supermercados es más baja o bien que están lejos y tardan meses en llegar a sus puntos de venta finales, por ejemplo, en Asia. Con ello, sortean mejor la pérdida de calidad que el aceite experimenta con el paso del tiempo", explica un empresario dedicado al comercio internacional de aceite.
FUENTE: Con información de CARLOS PIZÁ - El Confidencial