
Finalmente fue la Guardia Civil la que tomó las riendas del asunto y este punto es clave. Una psicóloga del cuerpo hizo un trabajo sobresaliente para lograr extraer del menor, con todo el tacto, la información necesaria. Tras ganarse su confianza, Jonas le dijo: "Al entrar en la cueva mi padre pegó un manotazo a mi madre y ella se cayó al suelo. Entonces mi hermano se tiró sobre mi padre para evitar que le pegase más. Mi padre le dio una patada para apartarle y mientras mi madre se levantó del suelo y él la volvió a golpear…". Comenzó así a describir la agresión, pero lo verdaderamente nuclear era localizar a Thomas Hadrick, el padre y la cueva. Se rastrearon las bases policiales para dar con su domicilio, pero como llevaba pocos meses residiendo en la isla, no localizaron ningún dato que les permitiese obtener su dirección: ni denuncias, ni multas, ni se había empadronado. "¿Cómo os llevó tu padre hasta el monte? ¿Fuisteis todo el rato caminando?", preguntó la psicóloga. "En coche", respondió el niño. "¿Cómo es ese coche? ¿Te acuerdas?", insistió ella. "No sé, oscuro, era un coche nuevo", contestó el pequeño Jonas.
Esa respuesta provocó una inmediata reacción de los investigadores de la Guardia Civil: llamar a las empresas de alquiler de vehículos de la isla, comenzando por las del aeropuerto, para rastrear el nombre de Thomas Hadrick. Si el vehículo era nuevo, y como parecía, había planificado la agresión, quizá había alquilado el auto para la ocasión.
¡Bingo! Minutos después los agentes averiguaron que lo había alquilado en la empresa Proa Rent a Car del aeropuerto Reina Sofía de Tenerife Sur. Fue un empleado el que revisó la ficha y facilitó a los agentes la dirección de Thomas. Dos guardias se presentaron en su casa y lo encontraron durmiendo en el sofá. En su rostro y en sus brazos eran visibles lesiones y arañazos. Además, se mostró arisco y casi violento y negó en todo momento saber cuál era el paradero de su mujer y sus hijos. Afirmó que al estar cansado, él había regresado a casa, mientras el resto de su familia había seguido caminando por el monte. La versión era increíble e inmediatamente le pusieron las esposas. Desde entonces se ha negado a colaborar. Había urgencia por encontrar a Silvia y a Jacob, pero a pesar de la insistencia de las preguntas se encerró en su silencio y no quiso explicar dónde estaba la cueva que había descrito su hijo Jonas. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de NACHO ABAD - El Confidencial