El resto de sus compañeros se extendieron por toda esa fila. De manera que, en todos los planos del Gobierno, salían detrás los debutantes de Vox. Javier Ortega Smith (también candidato a la alcaldía madrileña) e Iván Espinosa de los Monteros fueron los encargados de organizar la reserva de asientos. Los criticaron políticos de todos los partidos, entendiendo una “provocación” en toda regla su actitud. “Es mala educación”, sentenciaban unos y otros. Diputados socialistas llegaban al hemiciclo alertando a sus compañeros: “Los han ocupado todos. Pero todos”. “Pues habrá que guerrear”, sentenciaba una veterana parlamentaria socialista.
Aunque los de Vox se adelantaron, no fueron los únicos. Ni mucho menos. Diputados de Ciudadanos y Unidas Podemos también acudieron a primera hora para reservar algunos puestos en las zonas más cercanas a su bancada habitual. Albert Rivera tuvo que desplazarse hacia la derecha. Todo parecía simbólico en el inicio de la sesión solemne de la XIII legislatura. El crecimiento del grupo naranja (y la disminución de los populares) provocó un desplazamiento de los diputados de Ciudadanos hacia la derecha casi natural. Aunque no fue el único motivo. El líder de Cs pretendía tomar su asiento habitual, pero los diputados de Junts per Catalunya decidieron reservar los asientos para los tres presos electos de este partido en ese sitio. De nuevo, mucho simbolismo. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de PALOMA ESTEBAN - El Confidencial