
Sí, hablamos en pasado de la empresa. Desde hace una década, está sin actividad, dado que su fundadora tuvo que dejarla aparcada mientras permanece aún enfrascada, a medio camino entre la heroicidad y la insensatez, en un contencioso administrativo contra el Servicio Andaluz de Salud, al que demandó por fraude científico.
"Yo era la única que hacía algo así", recuerda Ocón, especialista en esa intersección entre la literatura científica y los derechos de autor. "Estudié y conocí esta profesión en el extranjero, y con lo que ha ocurrido, ya tengo todas las puertas cerradas en el aspecto laboral". ->>Vea más...
FUENTE: Con información de ANTONIO VILLARREAL - El Confidencial