El hecho sucedió el pasado mes de septiembre, cuando Britany Price, la víctima de la agresión, estacionó en la casa de comida y ordenó varios 'Happy Meal' o 'Cajitas felices' —los menús infantiles de la cadena de comida rápida— mientras sus hijos permanecieron en el auto.
De acuerdo con la mujer, los empleados confundieron su pedido, por lo cual ella regresó dentro del local y se quejó con una de las empleadas administrativas. La clienta se quedó esperando a que le entreguen el menú correcto e incluso aprovechó para rellenar sus bebidas.
Sin embargo, transcurridos 23 minutos desde el momento en que hizo el primer pedido, su reclamo aún no había sido resuelto, por lo que perdió la paciencia y exigió un reembolso, tras lo cual comenzó a arrojarle la comida a la gerente. Esta respondió aventándole el recipiente de una licuadora, la cual impactó en la cara de Price.
El golpe le provocó fracturas en un pómulo y en la nariz.
"He tenido una cirugía. Tuve un montón de citas con médicos y el seguimiento. Duras mañanas, duras tardes", declaró Price.
Hasta el momento no se han presentado cargos contra ninguna de las partes del conflicto.
A su vez, desde McDonald's aseguraron que la seguridad de los clientes y de los empleados es de "extrema importancia" para la compañía y prometieron tomar las medidas apropiadas tras investigar el incidente.
FUENTE: Con información de Actualidad RT