Montero Quevedo, financiero y hombre de la máxima confianza de Rato, adeuda a exsocios más de un millón de euros con la excusa de que es insolvente, si bien el economista no solo se aleja de esta situación sino que mantiene un estilo de vida al alcance de pocos ciudadanos.
Antes de ingresar en la prisión de Soto del Real, Rato cesó como administrador de varias mercantiles en favor de Montero Quevedo, que sigue al frente de empresas como Arada, Rafi Tealsa o Explotaciones Carabaña. Entre todas, suman un patrimonio de varios millones de euros. Es por esto que el magistrado del Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid considera a Montero el testaferro de Rodrigo Rato y le mantiene imputado en una causa separada de la de Bankia, cuyo juicio se ha pospuesto hasta 2020, dada la extensión del periodo de instrucción.
Montero Quevedo lleva más de 40 años trabajando para la familia Rato. Le conocieron con 17 años y, tras costearle los estudios superiores y el máster, comenzó a prestar sus servicios en calidad de economista y asesor financiero. Fuentes conocedoras de la situación indican que la vinculación de Montero con los Rato es tan fuerte que le habría llevado a firmar cada documento que le han puesto delante, los mismos que le han llevado a la imputación. Aunque Montero ha cesado en muchos cargos, sigue siendo administrador único, por citar un ejemplo, en la agencia Cor Comunicación, a través de la que el juez cree que Rato cobró grandes sumas en comisiones. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de A. PASCUAL - Á. VILLARINO - El Confidencial