
Tras abandonar el cuerpo en 2004, Díaz-Pintado fue fichado como jefe de Seguridad por la constructora Dico y contrató a Cenyt, empresa de Villarejo, pero este jueves también ha tratado de desmarcarse de este hecho. Según ha afirmado, Villarejo le recomendó la empresa diciéndole que eran buenos detectives y que la llevaba Rafael Redondo, su socio en el entramado empresarial, pero en ningún momento supo que él se encontraba tras la misma. Podemos, que ejerce como acusación popular en la causa y no está conforme con su explicación, ya ha avanzado que pedirá investigar los trabajos de Cenyt para esa mercantil.
Díaz-Pintado se desvincula así de su antecesor en el cargo, Agustín Linares, que ejerció como DAO entre 1986 y 1994. En 2018, él también firmó una carta similar a la de Díaz-Pintado en la que justificaba esa doble labor empresarial y policial de Villarejo. Este lunes, en su declaración como testigo ante la Audiencia Nacional, Linares ratificó el contenido de la misma y, según explicó al magistrado Manuel García-Castellón, tanto el director de la Policía de entonces, Carlos Conde Duque, como el ministro del Interior, José Luis Corcuera, eran conscientes de la situación "especial" de Villarejo como agente encubierto, pero negó que se sirvieran de sus empresas para labores policiales.
Tras las declaraciones de Linares y Díaz-Pintado, ahora queda por celebrarse el próximo 28 de enero la del que fuera director Adjunto Operativo de la Policía Nacional entre 2008 y 2016, Eugenio Pino, que también firmó una carta similar y, a diferencia de los dos anteriores, figura como imputado en la pieza del espionaje a Bárcenas. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de PABLO GABILONDO - El Confidencial