
Hacia las nueve de la mañana del pasado domingo 19 de enero despegó del aeropuerto de Maiquietía-Simón Bolivar, en Caracas (Venezuela) un Falcon privado de la compañía Sky Valet con tripulación turca en el que viajaba la vicepresidenta de ese país, Delcy Rodríguez, con seis asesores y el ministro de Turismo, Félix Plasencia. El vuelo iba con destino a Estambul pero pretendía hacer una escala “técnica” —según el Gobierno español— en Madrid, donde tenía previsto quedarse además el ministro Plasencia, que venía a España para participar en Fitur, la feria turística de Madrid.
Los datos sobre el pasaje, los llamados “datos API” (Advance Passenger Information) forman parte de la información que deben facilitar las compañías aéreas a las autoridades de los países de destino, según explican fuentes de Extranjería y Control de Fronteras. Esos datos son enviados, según las mismas fuentes, a la Secretaria de Estado de Seguridad, a AENA, a Aviación Civil y a la Policía Nacional.
En este caso, además, la Embajada venezolana advirtió al Ministerio de Asuntos Exteriores español de que en el vuelo viajaba Delcy Rodríguez, según explicó el ministro José Luis Ábalos y confirmó la ministra de Exteriores, Arancha González Laya. Pero la número dos del presidente venezolano Nicolás Maduro es una de las 25 personalidades venezolanas sancionadas por la Unión Europea con la prohibición de viajar a cualquier país miembro. La medida coercitiva de la UE responde a “la represión política” del Gobierno venezolano contra su población civil. Y, en su artículo sexto, sobre las restricciones de la admisión, establece en el primer punto que “los Estados miembros adoptarán las medidas necesarias para impedir que entren en su territorio o transiten por él”. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de PATRICIA ORTEGA DOLZ - El País