Juan Carlos escondía 100 millones de dólares en la Banca Mirabeau, en Ginebra. El capital había sido un “regalo” de Arabia Saudita depositado en 2008 en una cuenta a nombre de la Fundación Lucuma, precisan los medios locales, de acuerdo con Swissinfo.
“Juan Carlos, que tenía entonces el estatuto de jefe de Estado y cuyo tren de vida era financiado por los contribuyentes españoles, se guardó muy bien de hablar de ese dinero a sus súbditos, y más aún de transferirlo al tesoro público de su país”, anota la Tribune de Genève y 24 Heures.
De acuerdo con los cotidianos, Juan Carlos retiró dinero de la cuenta y en 2012 transfirió 65 millones a su amiga Corinna zu Sayn-Wirrgenstein, a una filial de otro banco ginebrino en Bahamas.
Esas transacciones, desconocidas por el público hasta ahora, son objeto de una investigación penal en Ginebra “por sospechas de lavado de dinero agravado”, refieren los diarios.
“Abierta en 2018, la pesquisa fue confiada al procurador Yves Bertossa, responsable de asuntos financieros complejo”, puntualizan los rotativos.
FUENTE: Agencias