“Goyo”, estuvo al menos seis meses vinculado activamente a la campaña que llevó a Duque a la presidencia y figura como miembro y beneficiario de las principales empresas con las que su hermano “Ñeñe” lavaba dinero de varias bandas criminales, principalmente la de Marcos de Jesús Figueroa García –alias “Marquitos”–, narcotraficante, secuestrador y asesino, actualmente en juicio.
Desde cuando La Nueva Prensa destapó, el 3 de marzo pasado, aquella compra de votos con dineros del narcotráfico por medio de una intrincada red de delincuentes y de corrupción a la cabeza de la cual aparece mencionado el senador Álvaro Uribe Vélez, Duque optó por negar cualquier vínculo con los Hernández Aponte. Empero, ante la imposibilidad de ocultar esa verdad sabida, reconoció que, evidentemente, los había conocido, pero de lejos, porque su padre –por razones que no ha explicado– fue amigo del padre del narcotraficante, conocido con el remoquete de “Capi”.
Las actividades de “Ñeñe” y su organización fueron descubiertas lícitamente por la Dirección de Investigación Criminal e Interpol, DIJIN, y autoridades de Estados Unidos. Este acervo probatorio ha sido ignorado y ocultado durante un año y medio por la Fiscalía General de la Nación, hoy a cargo de Francisco Barbosa, viejo amigo también y condiscípulo de Duque, además de miembro activo de la campaña electoral.
“Cuando Duque ve a esa gente enterrada, en medio de escándalos públicos, le da espalda, como buen elitista”, se lamentó una señora de la alta sociedad del Cesar y amiga de Duque y de los Hernández Aponte. “Pero sí eran muy amigos. ¡Amiguísimos! ‘Goyo’ y Duque son, públicamente, amigos entrañables y de esa amistad es que Duque hace la amistad con el ‘Ñeñe’”, añadió.
Diversas fuentes consultadas en Valledupar, indicaron que “Goyo” compartía las actividades de su hermano “Ñeñe” y ejercía control en ellas, a cambio de lo cual gozaba de participaciones y dividendos. En la firma matriz Inversiones Hernández S. en C., por ejemplo, percibía el 0.5 por ciento de las utilidades, las que a diciembre de 2012 fueron de $ 197.992.050.
Al morir asesinado (Brasil, 1 de mayo de 2019) “Ñeñe” era socio de las firmas Gnecco’s SAS y EDS Automotriz El Límite, de las que también hacía parte el hoy prófugo Armando de Jesús Gnecco Vega, alias ‘Mandarino’, reconocido contrabandista de gasolina venezolana e incurso en el homicidio del ciudadano Efraín Ovalle.
Otras sociedades de “Ñeñe” Hernández, solamente de Cesar, como las anteriores, son: Sociedad Andaluja, de Valledupar, representada por Silvia Liliana Ariza de la Hoz y EDS Automotriz El Tractor, representada por “Mandarino”.
El total de las empresas incautadas a “Ñeñe” Hernández y a su hermano “Goyo”, suma, por ahora, 21, más cinco estaciones de combustibles, en seis departamentos de Colombia: Santander, La Guajira, Bolívar, Cundinamarca y Cesar.
Todas las firmas mencionadas fueron incautadas por las autoridades colombianas en mayo de 2019, durante un operativo que tardó ocho días. En él participaron 300 policías y 23 fiscales. Los resultados fueron dados a conocer el 11 de junio de 2019. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de Gonzalo Guillén y Julián F. Martínez - La Nueva Prensa de Colombia