"El Estado tiene el compromiso de garantizar a todos, en especial a los pobres, derechos fundamentales cómo educación, trabajo, salud, alimentación, es decir, un estado de bienestar y libertad, donde el acceso a la energía es necesario. Con este propósito el gobierno estableció una Política de Confiabilidad del Sistema Eléctrico (SEN)", señaló, según Milenio.
Sin embargo, esta política fue criticada por los participantes en la generación eléctrica a través de fuentes renovables, en especial la solar y fotovoltaica; ya que prohibía las pruebas preoperativas en el SEN, a proyectos que están en proceso de construcción o por entrar en fase de operación, lo que representaba un golpe a la inversiones de acuerdo con asociaciones del sector.
Rocío Nahle aseguró que la política es para garantizar el suministro con fuentes universales bajo condiciones de seguridad continuidad y calidad para todas las energías primarias y tecnológicas. Añadió que varias de las energías renovables son intermitentes en este momento y por ello se requiere respaldo y se hace a través de gas.
"La eficiencia energética debe reflejarse en las energías renovables, pero también en la estabilidad de las redes eléctricas que conforman los sistemas eléctricos en el territorio de suministro", abundó.
La titular de energía aseguró que México tiene una estrategia para llevar a cabo una transición energética ordenada, y que el país tiene una matriz de energía primaria sustentable en un 69 por ciento derivada de hidrocarburos; hidroeléctricas, 16 por ciento; eólica, 7 por ciento; geotermia, 1.5 por ciento; nuclear; fotovoltaica, 4 por ciento y biomasa con 0.5 por ciento.
FUENTE: Agencias