La negativa por parte de los trabajadores, según contó a La Nueva Prensa de Colombia un piloto que pidió permanecer anónimo, respondió a que la mayoría de ellos ya se encontraba en licencia no remunerada desde el inicio de la pandemia, y enrolarse en el programa por segunda vez significaría permanecer en un limbo laboral durante, al menos, otros seis meses.
Según la fuente, la empresa envió un correo corporativo a sus empleados solicitando tomar la licencia no remunerada bajo unas cláusulas específicas, entre las cuales había una en particular que los hizo declinar la propuesta: la empresa podría terminar el contrato unilateralmente durante la licencia no remunerada.
Cuatro días después, el 30 de junio, a los pilotos que se negaron a aceptar el nuevo programa de permiso no remunerado les llegó otro correo, anunciando que les sería suspendido su contrato por “fuerza mayor”. Los empleados entendieron el mensaje como un acto de presión en contra del inconformismo de los trabajadores.
Pero la gota que colmó el vaso, según la fuente, fue cuando les fue filtrada una copia del estado financiero de la compañía con corte al 9 de mayo de 2020, un día antes de que la empresa radicara formalmente la petición para entrar en proceso de reorganización, a la luz de lo establecido en el capítulo 11 del Código de Bancarrota de los Estados Unidos, ante la Corte de Bancarrota del Distrito Sur de Nueva York, bajo el caso No. 20-11133 (MG). En el documento de la citada petición aparecen varios desembolsos por concepto de bonificaciones que superan los 10,2 millones de dólares.
Hace seis meses, Anko van der Werff, presidente de la empresa panameña Avianca en Colombia, anunció que la aerolínea suspendería totalmente los vuelos internacionales a partir del 23 de marzo de 2020, luego de la entrada en vigencia del Decreto 439 del 23 de marzo de 2020, sobre el cierre de fronteras. Según el documento, bonos por más de 7,2 millones de dólares fueron entregados a siete de sus directivos hasta un mes y medio después de que la aerolínea suspendiera su operación y totalidad de su flota estuviera en tierra. Esta suma ascendería a más de USD$10,000,000 si se tienen en cuenta las bonificaciones recibidas por estos ejecutivos desde el 11 de marzo, fecha en la que la Organización Mundial de la Salud calificó el brote del Covid-19 como una pandemia global y el 17 de marzo, fecha en la que el gobierno colombiano declaró el Estado de Emergencia mediante el Decreto 417.
Las últimas transacciones en el récord entregado a la Corte norteamericana son del 7 de mayo de 2020, ya que el registro solamente tiene en cuenta el periodo de un año inmediatamente anterior a la fecha de radicación de la petición. Es decir, Avianca entregó a siete de sus ejecutivos más de diez millones de dólares en calidad de bonificaciones durante la pandemia.
Según uno de los pilotos con los que se tuvo contacto, el malestar yace en que a los empleados se les pidió sacrificar su salario para apoyar a la empresa y poder tener dinero en la caja de cara al reinicio de las operaciones, o ramp-up, en el lenguaje de la aerolínea. La versión de la fuente indica que los sindicatos y trabajadores de Avianca decidieron aceptar las licencias no remuneradas y una reducción del 70% en los salarios de los trabajadores activos durante los meses de pandemia, con el compromiso, por parte de la administración, de que no hubiera pago de bonos a los ejecutivos de la compañía. Este acuerdo, que, según la fuente, quedó registrado en las actas de los sindicatos, fue incumplido. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de Ramón Campos - La Nueva Prensa de Colombia