Por: Daniel Coronell - En Cali sostienen que alguien muy poderoso en Bogotá protege a los fiscales implicados. Sin embargo, hay una investigación abierta y es posible que pronto se conozcan los resultados.
La Fiscalía General de la Nación tiene claros indicios de la existencia de una organización criminal que implica a miembros de la propia Fiscalía, a abogados y a un narcotraficante extraditado que volvió a Colombia después de cumplir una irrisoria sentencia en Estados Unidos. Al menos tres fiscales del Valle del Cauca estarían involucrados con el grupo delincuencial.
El presunto líder del grupo se llama Jair Sánchez Hernández y es conocido en el bajo mundo con el alias de Mueble Fino. Hizo su fortuna como jefe de la oficina de cobro del Cartel del Norte del Valle. Le recolectaba la plata entre otros a Wilber Varela, alias Jabón, y a Shirley Herrera, alias la Madrina. Sus métodos no eran particularmente pacíficos pero aseguran que nunca falló en la tarea de recuperar la cartera de los capos. Cuando se volvió multimillonario invirtió en empresas de transporte, lujosos inmuebles, pescaderías y locales en los sanandresitos de Cali y Bogotá.
También se aficionó a los relojes de gran marca, a los carros de alta gama y a los vinos de colección. Se hizo él mismo a imagen y semejanza de algunos de sus abogados.
Hace cinco años sobrevivió a un atentado perpetrado por miembros del clan Úsuga en el barrio Ciudad Jardín de Cali. Recluido en una clínica de la capital del Valle escapó sin ser detectado, mientras un nutrido grupo de sus escoltas vigilaba un cuarto vacío para que todo el mundo creyera que seguía allí. Lo trasladaron silenciosamente a Bogotá para que lo curaran, pero alguien lo identificó en la Clínica Santa Fe y fue capturado.
Tardaron más en mandarlo extraditado a Estados Unidos que él en volver. Una juez de Florida le dictó la pena más baja que jamás haya recibido un narcotraficante: cuatro años y medio. Por eso, en marzo de 2019, estaba de regreso en Colombia en donde no apareció ningún proceso en su contra y por lo tanto quedó libre.
Las autoridades de Colombia y Estados Unidos albergan dudas sobre la resocialización de Mueble Fino. En los últimos días han aparecido evidencias que sugieren que abogados cercanos a él –incluyendo uno que está en arresto domiciliario pero que aparentemente continúa en el teletrabajo– operan con fiscales del Valle del Cauca para que la gente de Mueble Fino no sea tocada.
En una de esas grabaciones se escucha a un fiscal, ya identificado, hablando en estos términos con un subalterno de Mueble Fino:
–Doctor, hágame un favor –dice el emisario de Mueble Fino– es que hablo de parte del doctor Alirio.
–¿De parte del doctor Alirio?– pregunta el fiscal, cuya identidad reservaremos.
–Sí señor, es que lo que pasa es que a usted se le dieron 190 millones para la libertad de un amiguito.
–Ah, no señor…
–La verdad es que no ha pasado nada y don Alirio dice que usted es el que no quiere devolver la plata, entonces necesitamos saber para cuándo está esto. Don Alirio dice que usted es el que no quiere devolver. ->>Vea más...
FUENTE: Artículo de Opinión – Los Danieles