Varias localidades españolas llevan décadas invirtiendo recursos en la rehabilitación de casas, calles, palacios,... para rescatar del olvido las vidas de las familias judías que habitaron la Península Ibérica hace siglos. Una historia oculta en las juderías, desvelada después de quinientos años y ahora recuperada.
La Red de Juderías de España, Caminos de Sefarad, ha trabajado intensamente en diversas ciudades de España para poner en valor el patrimonio material e inmaterial de los barrios judíos, reforzando su conservación, señalización y recuperación. En las calles, casas, palacios y murallas de las juderías se llevaron a cabo una gran cantidad de iniciativas para darlo a conocer y acercarlo a sus ciudadanos y atraer a nuevos visitantes.
Juderías Vieja y Nueva de Cáceres
La ciudad de Cáceres llegó a tener dos barrios judíos: la Judería Vieja (en el recinto intramuros) y la Judería Nueva (en la zona extramuros).
La Judería Vieja o Barrio Judío Viejo se conoce también como barrio de San Antonio de la Quebrada. Se conserva la disposición y organización de las calles típicas del periodo islámico y judío. Se trata de calles estrechas y en cuesta, con pequeñas plazas unidas entre sí, y con calles “en fondo de saco”, es decir, calles sin salida. Las casas son pequeñas, de una a dos plantas, la mayoría de color blanco y decoradas algunas de ellas con flores como los geranios entre otras, lo que le da un gran tipismo a este barrio. Está conformado por las calles Barrio de San Antonio, Callejón del Moral, Rincón de la Monja y Cuesta del Marqués entre otras.
El principal edificio y centro de la judería vieja es la Ermita de San Antonio (construida sobre la antigua sinagoga). Una casa interesante es la Casa del Judío Rico (conocida así popularmente por presentar una fachada de piedra en lugar de estar cubierta de cal, como era lo típico de las casas judías humildes). En el mismo barrio judío, a través de una de sus casas, es posible acceder al Baluarte de los Pozos. Se trata de un tramo de muralla adelantado al resto formado por dos torres, la Torre de los Pozos o del Gitano y la Torre Coraja o de los Aljibes. También en la propia judería, cerca de la Puerta de Pizarro, se encuentra el acceso al Olivar de la Judería, que consiste en un espacio a modo de jardín o parque situado a los pies de la muralla.
Si se continúa por la calle Rincón de la Monja, en el cruce de la misma con la calle Cuesta del Marqués se encuentran dos edificios a destacar. Uno de ellos es la Casa de Durán de la Rocha y el otro es la Casa Museo Árabe.
Entre la Plaza Mayor y la Plaza de la Concepción, que contiene las calles Paneras, Cruz y Ríos Verdes, conformó la Judería Nueva, cuya sinagoga se encontraba en lo que actualmente es la capilla del Palacio de la Isla.
El Call de Girona
En la antigua judería de Girona, que forma parte del barrio viejo de la ciudad, llegaron a vivir una media de 800 personas. Estuvo habitada por la comunidad judía de la ciudad de Girona entre los siglos XII y XV. En una de sus sinagogas se puede visitar un museo dedicado a la historia del pueblo judío.
El Call (como se denomina en catalán a las juderías) es una de las zonas más emblemáticas e interesantes de la ciudad de Girona, tanto a nivel arquitectónico como histórico. Forma parte del barrio viejo de la ciudad, junto a la orilla del río Onyar. Su origen se remonta al siglo XII y es una de las juderías mejor conservadas de Europa. Estuvo habitada por la comunidad judía de la ciudad hasta 1492, año en que los judíos fueron expulsados del país.
Está formado por un laberinto de callejuelas, recias casas, escalinatas, arcos y patios. Una de las principales edificaciones es el Centre Bonastruc ça Porta, que está ubicado en la que fue la última sinagoga de la ciudad y que acoge el Museu d'Història dels Jueus i l'Institut d'Estudis Nahmànides (Museo de Historia de los Judíos e Instituto de Estudios Nahmànides).
La cordobesa Lucena, La Perla de Sefarad
Pocas comunidades judías establecidas en Al-Andalus, alcanzaron tan destacada fama como la cordobesa Lucena, conocida como ‘La Perla de Sefarad’.
Su esplendor cultural se puede comparar al que alcanzaron los círculos literarios hispanos-hebreo de Córdoba y Granada durante el Califato y los reinos de Taifas. Todos los cronistas judíos o musulmanes anteriores al Renacimiento europeo, califican a Lucena ‘Ciudad de los Judíos’ durante los siglos IX-XII.
Estas huellas del pasado se pueden encontrar por toda la ciudad, como en la antigua Sinagoga (actual Parroquia de San Mateo), la Plaza del Coso (Plaza de España), la escultura del rabí Yosef Ibn Meir Ha-Levi Ibn Megas o la Parroquia y el Barrio de Santiago. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de F.S.B. - El Confidencial