Por: Daniel Coronell - Faltan 20 días para que termine el gobierno de Iván Duque y avanza a toda
máquina una codiciosa operación para raspar la olla. En estas tres semanas
se otorgarán licitaciones billonarias como las del Canal del Dique y las
minas de carbón de La Jagua y Calenturitas; se comprometerán vigencias
presupuestales futuras hasta por ocho años y se gastarán las regalías
petroleras que no han entrado. De esta manera el mandatario saliente dejará
con pocos recursos y muchos compromisos a su sucesor.
Todo esto ya es suficientemente grave pero nada tan lesivo como un Tratado
de Libre Comercio, hecho a las volandas, con el que quieren dejar amarrado
para siempre al país.
Se trata de un veloz TLC que planean pactar con Emiratos Árabes Unidos
(EAU). Las negociaciones del acuerdo empezaron apenas en marzo de este año y
pretenden concluirlas antes del 7 de agosto. Las más recordadas inversiones
emiratíes en Colombia consisten en una sociedad de la familia real de Abu
Dabi con los Gilinski, los dueños de la revista Semana, para quedarse con
las empresas Nutresa, Sura y Cementos Argos aún controladas por el Grupo
Empresarial Antioqueño.
El rapidísimo TLC está listo para cerrarse con apenas dos rondas de
negociación. Solo para ofrecer una referencia vale recordar que el Tratado
de Libre Comercio con Estados Unidos se conversó en al menos once rondas de
negociación a lo largo de varios años y tuvo mecanismos de información
permanentes al Congreso de la República y a los empresarios interesados.
Esas instancias de información se llamaron el “cuarto del Congreso” y el
“cuarto de al lado”. El TLC con Singapur tomó casi cuatro años. Con Japón se
ha negociado por más de nueve años y trece rondas.
Sin embargo ahora, por obra y gracia de la prisa del presidente Duque,
Colombia va a firmar con los Emiratos en menos de cinco meses. Lo curioso es
que Iván Duque había prometido en su campaña no firmar más tratados de libre
comercio.
No voy a negociar nuevos TLC en los próximos cuatro años, me voy a concentrar en aprovechar los que tenemos. #ElFuturoEsDeTodos @ConsejoGremial pic.twitter.com/dWtzimJ6TC
— Iván Duque 🇨🇴 (@IvanDuque) May 17, 2018
El gobierno de Iván Duque, que trabajó como el más disciplinado miembro del equipo de los Gilinski para favorecer la toma hostil de Sura y Nutresa, ahora quiere dejarle, como legado al país, un TLC con los financiadores de la operación.
Los documentos de las OPAs de los Gilinski registraron como socia de la operación, con el 49.99 por ciento, a una firma llamada Aflaj Investment LLC. El cuadernillo de la oferta por Nutresa establece: “Aflaj Investment LLC es una sociedad de responsabilidad limitada, constituida en 2009 y con domicilio en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos. Esta sociedad hace parte del grupo de empresas Royal Group”. El Royal Group no es otra cosa que la familia real del emirato de Abu Dabi.
Como si faltaran pruebas, las tomas financieras de los Gilinski fueron garantizadas con cartas de crédito stand-by expedidas por el First Abu Dabi Bank, el banco de la familia real de Abu Dabi. El miembro más visible de esa familia real es el jeque Mohamed bin Zayed, emir de Abu Dabi y actual presidente de los Emiratos Árabes Unidos. ->>Vea más...
FUENTE: Artículo de Opinión – Los Danieles