
No están solos. Más de 1.000 personas, 600 de día y 400 de noche, trabajan sin descanso. Emplean numerosos medios terrestres: camiones, autobombas, vehículos todoterreno... pero la labor de las aeronaves es fundamental. Se trata de aviones y helicópteros especializados o modificados para esta tarea. Son máquinas potentes cuyos pilotos y tripulantes realizan una labor muy arriesgada volando en unas condiciones en las que ningún piloto querría hacerlo.
Para la extinción de incendios, cada CCAA distribuye sus medios aéreos entre las provincias. Trasladar en muy breve espacio de tiempo los medios necesarios de una provincia a otra e incluso entre comunidades es más sencillo en la Península. En Canarias es más complejo por la dispersión de las islas y la distancia. En función de la magnitud del incendio, la asignación de medios pasa de la propia provincia afectada, a la colaboración de las adyacentes, pasando por la participación de medios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, CCAAs cercanas y, en casos graves, la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME), como es el caso que afecta a Gran Canaria. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de JUANJO FERNÁNDEZ - El Confidencial