
La ley establece que ese rango está reservado a funcionarios salvo que el Ejecutivo motive que no hay nadie en los altos cuerpos que cumpla el perfil. El aumento de la política de partido y la falta de cuadros formados en la Administración de Unidas Podemos explica este récord.
Los directores generales son en teoría los más altos cargos en la pirámide de funcionarios. Aunque en la práctica responden a los ministros y a la política del Gobierno, la ley establece que "los nombramientos habrán de efectuarse entre funcionarios de carrera del Estado, de las comunidades autónomas o de las entidades locales". Sin embargo, permite que el Gobierno pueda pescar fuera de los cuerpos de la Administración "debiendo motivarse mediante memoria razonada la concurrencia de las especiales características que justifiquen esa circunstancia excepcional".
La tendencia a politizar lo que en teoría es la cúpula de la Administración ha ido creciendo en las últimas legislaturas, pero ningún Gobierno de la democracia ha tenido tantos altos cargos elegidos a dedo como el de la coalición de Unidas Podemos y el PSOE. Un total de 23 cargos serán ocupados por personas de confianza de cada partido: 14 en el caso de Sánchez y nueve en el de la formación liderada por Pablo Iglesias.
Sánchez se supera a sí mismo en esta legislatura, al sumar seis cargos más sin carrera pública respecto a su anterior Gobierno. Rebasa también a Rajoy, que en su primer y segundo mandato nombró a 12 y seis cargos respectivamente; a Zapatero, que nombró a nueve en el primero y a seis en el segundo, y a Aznar, el primero que abrió la veda en su segundo Gobierno, con dos direcciones generales elegidas. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de R. MÉNDEZ - M. ZUIL - El Confidencial